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BlogWeb3: ¿qué es?
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8 minutos de lectura
Publicado el24.01.2023
Web3

La Internet que utilizamos hoy en día es muy diferente de lo que era en los albores de su existencia. La World Wide Web ha evolucionado considerablemente a lo largo de las décadas, desde la Web1, formada por páginas web estáticas y de interactividad limitada basadas en HTML, hasta la Web2, donde la creación de contenidos floreció gracias a nodos centralizados como Google, Facebook, YouTube y Twitter.

 

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Ahora Internet vuelve a evolucionar hacia la Web3: la tecnología blockchain y la posibilidad de realizar transacciones de criptomoneda e intercambiar información sin intermediarios, ejerciendo un mayor control sobre los propios datos, pasan a primer plano.

 

En los últimos años, el término "Web3" ha estado en boca de todos, pero mucha gente aún no entiende lo que significa. ¿Qué es la Web3 y, en realidad, la Web2 y la Web1? ¿Qué tiene que ver con las criptomonedas? En este artículo responderemos a estas y otras preguntas.


 

¿Qué es Web3?

 

Web3 (o Web 3.0) es una nueva etapa en el desarrollo de Internet, que sustituye a Web2. 

 

La actual World Wide Web está muy centralizada y controlada en gran medida por grandes empresas. Web3, en cambio, ofrece un concepto alternativo y descentralizado de Internet basado en la gobernanza impulsada por los usuarios y la tecnología blockchain.

 

Web3 es también un término general utilizado para referirse a varios proyectos y tecnologías que apoyan la estructura de la Internet descentralizada. Ejemplos de Web3 son:

  • blockchain;
  • criptomoneda;
  • fichas no intercambiables (NFT);
  • financiación descentralizada (DeFi);
  • aplicaciones descentralizadas (dApps);
  • ofertas iniciales de monedas (ICO).

 

Para entender el concepto de Web3, es importante hacerse una idea clara de la evolución de Internet a lo largo del tiempo. Veamos una breve historia de la World Wide Web.


 

Web3 vs. Web2 y Web1

 

1. Web1: La Internet de "sólo lectura".

 

La primera versión pública de Internet apareció a mediados de 1991. Fue un momento decisivo en la historia de la tecnología, que marcó el inicio de la Web1.

 

En la época de Web1, Internet era una novedad vertiginosa, difícil de usar y nada fácil de encontrar. Los primeros motores de búsqueda de uso generalizado no aparecieron hasta 1994, y distaban mucho de Google o sus homólogos. 

 

Web1 también era comparable a una "calle de sentido único" en términos de comunicación: los usuarios prácticamente no tenían capacidad para crear sus propios contenidos, algo impensable hoy en día. En aquella época, añadir nuevos contenidos a Internet exigía conocimientos de programación y/o familiaridad por parte de alguien con acceso a un servidor web, y las propias páginas web eran estáticas, unidimensionales y muchas de ellas tenían un aspecto bastante aburrido.

 

2. Web2: La Internet de "lectura y escritura".

 

La segunda generación de Internet que se utiliza actualmente en todo el mundo es la Web2, lanzada a principios de 2004. La Web2 ha propiciado un cambio en la forma de interactuar con Internet, ya que los usuarios están más interesados en compartir información, no sólo en consumirla. Las redes sociales, los blogs, Wikipedia y los podcasts llegaron con la Web2.

 

La Web2 fue también un periodo en el que Internet se centralizó mucho más, a medida que las grandes empresas tecnológicas inventaban nuevas plataformas que facilitaban y hacían gratuita la creación y distribución de contenidos por parte de los usuarios. Pero a cambio, las empresas obtuvieron el derecho a poseer casi todo lo que creaban los usuarios, por no hablar de sus datos.
 

3. Web3: La Internet de "lectura-escritura-propia".

 

La nueva generación de Internet, Web3, es radicalmente diferente de las formas anteriores. El punto de partida concreto de Web3 no está claro, pero suele asociarse al lanzamiento de bitcoin en 2009. 

 

Mientras que la Web2 está muy centralizada, monopolizada por gobiernos y corporaciones, la Web3 representa el futuro de Internet que da poder a sus usuarios. Web3 pretende conseguirlo a través de la descentralización, con la tecnología blockchain como núcleo. 

 

La Web3 se presenta a muchos como una Internet más libre y abierta, que da a los usuarios pleno control sobre sus datos, incluido cómo y dónde se utilizan. La Web3 tiene el potencial de cambiar sectores enteros, como la banca y las finanzas, cuyos servicios necesitan actualmente intermediarios.


 

Comparación de Web3 con Web1 y Web2

 

Web1 estaba en los orígenes de Internet y tenía carácter experimental. Era una nueva tecnología asombrosa y apasionante, pero en aquel momento nadie sabía realmente qué hacer con ella.

 

La Web2 surgió porque la gente empezó a traspasar los límites de lo posible. La Web2 supuso una revolución en el intercambio de información: plataformas como Twitter, YouTube y muchas otras convirtieron a cada usuario en un creador potencial de contenidos. Lo que antes requería conocimientos y conexiones especiales ahora está a unos pocos clics de distancia. Al percibir la magnitud de las oportunidades en un mercado en rápido crecimiento, las empresas han ocupado su lugar en la Web2, dando lugar a una Internet más centralizada.

 

En cierto sentido, las deficiencias de Web1 y Web2 se reflejan mutuamente: Web1 era genial en términos de descentralización, pero no muy fácil de usar, mientras que Web2 daba un amplio espacio a los contenidos generados por los usuarios, pero por su naturaleza se volvió muy centralizada.

 

Web3 aspira a ser mejor que sus predecesores, dando a los usuarios libertad no sólo para crear contenidos, sino también para desarrollar aplicaciones o formar comunidades enteras que configuren el futuro de los proyectos. Web3 también pretende "arrebatar" el control de los datos de los usuarios a los gobiernos y las empresas.


 

Cripto y Web3

 

La criptomoneda y Web3 están firmemente conectadas y a menudo se mencionan juntas. Ambas utilizan la tecnología blockchain como base. 

 

Por ejemplo, las aplicaciones descentralizadas (dApps) requieren criptomonedas para recompensar y motivar a los participantes. Y en el caso de las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO), otro caso de uso para Web3, los usuarios deben aportar tokens de proyecto para participar en las votaciones de gestión de la comunidad.

 

Las finanzas descentralizadas (DeFi), otro sector del universo Web3, incluyen un amplio ecosistema de protocolos y soluciones basados en blockchain. Además, Web3 está asociada a innovaciones basadas en blockchain como los intercambios descentralizados (DEX), los tokens no degenerados (NFT) y otros.


 

Cómo empezar con Web3

 

Hay varias formas de entrar en el mundo de Web3. Técnicamente hablando, si tienes una criptomoneda, ya estás participando en Web3. Sin embargo, hay otras formas de iniciarse en Web3:

 

  • Utiliza un navegador Web3.

 

Los navegadores Web3 ofrecen todas las funciones que cualquier otro navegador Web, pero permiten a los usuarios conectarse a servicios y protocolos Web3. Entre los navegadores Web3 más conocidos están Brave, Osiris y Opera.

 

  • Crear un monedero Web3.

 

Al igual que los monederos de criptomonedas convencionales, los monederos Web3 permiten a los usuarios interactuar con sus fondos en la cadena de bloques. Tienen la capacidad de interactuar con las características de Web3, como los contratos inteligentes y NFT. La mayoría de los monederos Web3 son autónomos, lo que significa que siempre tienes el control total sobre tus claves privadas. Entre los monederos Web3 más conocidos se encuentran MetaMask, Phantom y Trust Wallet.
 

  • Explora las dApps.

 

Las aplicaciones descentralizadas (dApps) son aplicaciones basadas en blockchain de código abierto y disponibles públicamente que pueden funcionar sin intervención humana y abarcan una amplia gama de categorías, como juegos, finanzas, redes sociales, etc. Se puede acceder a ellas a través de prácticamente cualquier monedero Web3.
 

  • Únete a una comunidad/DAO.

 

Las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO) son comunidades autónomas formadas para promover un proyecto, protocolo u otro objetivo común. Todo lo que se requiere para ser miembro es la propiedad de cierto número de tokens del proyecto, pero tenga en cuenta que el peso de su voto dependerá del tamaño de su participación. No olvide que debe estudiar detenidamente el proyecto antes de invertir dinero en él.
 

En la era de la Web2, en la que los usuarios no son propietarios de sus datos, cualquier contenido publicado está sujeto a la moderación de terceros y las transacciones pueden anularse si, por ejemplo, se supera un límite, la llegada de la Web3 parece un soplo de aire fresco en el espacio virtual. A medida que evoluciona, Web3 se convierte en una especie de intento de construir un equilibrio entre la World Wide Web y las personas.